lunes, febrero 20, 2012



No vino a verme por ninguna razón en concreto.
Trabajaba como "product manager" en una compañía de salchichas y lo decía con un acento forzado que descomponía totalmente la armonía de su rostro. Lo malo de los idiomas extranjeros no es la fonética, sino la dificultad que tenemos para adecuar los gestos y los músculos de la cara al sonido de las palabras. Solo los mimos hablan sin afectar las lenguas.

Atendía más a los interruptores faciales de su monólogo que al sentido de su exposición. Ella hablaba y yo sólo podía ver cómo le cambiaba el semblante, en pequeñas descargas fugaces y repentinas. "En mi vida todo se reduce a identificar, especificar y cuantificar las opportunities actuales del mercado, intento involucrar a todos los departamentos de la empresa; trabajamos intensamente en nuestro branding concept, para tener una marca potente y reconocible; superviso que se detallen correctamente tanto las especificaciones técnicas como las referidas a nuestros customer; y soy responsable de la planificación y de ejecutar el development program del producto. Pero, no sé por qué, las salchichas siguen sin gustarme."


Durante varias semanas hablamos de las salchichas. Fue así como me enteré de que los koreanos utilizan una de las variedades de salchichas empaquetadas que venden como aperitivos para controlar, como si fueran punteros, los teléfonos de pantalla táctil durante el invierno, cuando los guantes se convierten en un obstáculo. O que la primera referencia literaria de la historia se la debemos a Homero que, ya en el siglo IX A.C., menciona la salchicha en la Odisea. Y durante aquellos días de curiosidades culinarias el rostro de ella seguía emitiendo, como una estrella a punto de extinguirse, pequeñas pulsaciones, ruido de fondo, distorsiones faciales que salpicaban sus conversaciones...

Hasta que un viernes, en un atardecer derramado como ketchup, lo dijo en alto: me siento extranjera en mi propia vida. Es como si el lenguaje del mundo no encajara entre mis labios. Odio las salchichas. Odio mi trabajo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Prueba

TP dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=TkfYkLVhjmc&feature=youtube_gdata_player

Anónimo dijo...

sachichas empaquetadas, extrajeros de la vida, rostrosestrellas... alguna razón tendría arkho

TP dijo...

           CANCIÓN DEL LEVANTADO

No adoptes nunca el nombre que te dé la policía
No acerques tu caricia a la piel del invasor
No comas de su trigo, no bebas más su leche
No dejes que tu alberca la vuelvan lodazal

No esperes casi nada de su magistratura
No reces en su lengua, no bailes con sus ropas
No pierdas nunca el agua que duerme a los guardianes
Ni alojes en su boca la sal de tu sabor

No guardes en el sótano más bombas incendiarias
No firmes con tu letra los presagios del poder
No tiendas más cadáveres en la comisaría
No esperes nunca nada de la voz del ataúd

No entregues tu camisa a ninguno de sus bancos
Ni viertas en tu vientre el pozal de una bandera
No lleves a tu amigo a los pies del impostor

No dejes que su lengua fructifique tras tu casa

No dejes a tus hijos,

no permitas a tus hijos
correr por su jardín.

-Enrique Falcón-

Anónimo dijo...

alguna razon tendria digo... casi como dijo el poeta, que sus razones son del alma, pero un cuerpo es el libro en que se leen.
Leerte, es un placer

Escarolo dijo...

El invierno, aquí en el Norte, ha sido generosamente lluvioso, la tierra ha estado húmeda y fría y la naturaleza se ha mostrado recogida sobre sí misma.

Desde diciembre he tenido abandonado a su suerte mi pequeño huerto pero hoy, con el tibio sol de los penúltimos días del invierno, he vuelto a hacer el camino del retorno.

Los árboles mostraban ostensiblemente los brotes de sus futuros frutos. Entre la tierra removida se desperezaban lombrices bien cebadas y los pájaros mostraban el alboroto previo al cortejo nupcial. Incluso he visto alevines de hormigas afanándose en aprender las técnicas de la instrucción y formación militar que les son propias y hasta me ha parecido ver, oculta entre zarzales y espinos, la sombra de la primavera. Pero a lo mejor sólo han sido figuraciones mías.

arkhonómada dijo...

Hermoso Escarolo... Hermoso...
Muaks!

Anónimo dijo...

itxaroten, con avidez! :)

Alicia M B Ballard StudioGaleria dijo...

como millones to otros/as... odiando el idioma, el trabjo... y asi mismo con espasmos musculares, aun mas alla del rostro...