domingo, marzo 08, 2009




Wei Ming dice: "quiero justicia".
No es una historia para los medios de manipulación de masas, no es violencia espectáculo -matar a una mujer, derribar unas torres, asesinar un político...-; sólo es como la historia de ese cadaver que pasó semanas abandonado en la acera, sin que nadie se detuviera, ni se quejara, hasta que, pasado el frío y la nieve, empezó a descongelarse y a oler.

Una vez más el monopolio de la violencia al servicio del poder: las policías naZionales, los ejercitos, los manicomios, las cárceles, la medicina... Ya no sorprende a nadie: he ahí el terror: que no sorprenda. Ahora también los policías municipales: en Bilbo, en Getxo...

Mientras tanto, los alcaldes, concejales, funcionarios... plebeyos poderosos al servicio temeroso de la violencia. Entre unos y otros, están soplando sobre las brasas...

Y acabará avivándose el fuego.
¿Lo oleis?