lunes, abril 27, 2009



Microrelatos
Se sentaba a descansar, arrodillada como una rana. Aunque tenía el culo de un melocotón. Sólo lo hacía cuando estábamos desnudos. Al menos, yo nunca la vi hacerlo fuera de nuestros espacios de intimidad. Hacíamos el amor y luego ella iba a arrodillarse a un rincón de la habitación. Era su forma de descansar.


(El próximo 1 de mayo se falla la II Cata de Microrelatos-Komando Rioja. Lo contaremos aquí en su momento. Mientras tanto, una muestra de que no sólo las palabras hacen breves y bellas historias)