sábado, enero 10, 2009





Las personas somos cóncavas o convexas: te acogen o te repelen.
Desde el año 2004 hasta hoy, cada día son más las personas que salen a las calles del mundo, de todo el mundo, a ofrecer lo más gratuito que poseemos los humanos: calidez.
Si, como dicen, el futuro está en nuestras manos, aún habrá que esperar para saberlo. Mientras tanto, nos quedan los brazos. Los dulces abrazos.