miércoles, marzo 30, 2011



Siempre nos paramos
en los límites: ante el escenario del mundo, en las orillas de nuestra infancia, junto a la piel desnuda de un cuerpo, a las puertas de lo que queremos, en los pasos del deseo, en la linde del miedo...

Y solo podremos cruzarlos si buscamos las grietas: en el hueco abierto en el aire, en el juego, en los poros, en los gestos, en unos labios... en lo más profundo de nuestros bosques. Donde acechan los lobos que todos llevamos dentro.

Este anuncio, sin duda, es una delicada grieta en el sistema.
Bien por ellos!