jueves, diciembre 17, 2009





Hay días
que te cubre una escarcha fina. Se pega como la tela húmeda. Y siempre se desprende como una zarza, a mordiscos: la tristeza.

Hay días que uno se siente en el centro de la soledad. Y desde aquí veo tantos otros centros... Hay días que sólo somos un bosque de claros desde donde nos miramos los unos a los otros.

Pero aún hay días peores: aquellos en los que solo vemos el márgen de nuestro tronco; y nos creemos rodeados...

Os quiero...