Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Jaime Gil de Biedma
fue sin duda uno de los mejores poetas españoles. Y esta versión de Miguel Poveda es casi como un poema nuevo. Releer a Gil de Biedma es como un recuerdo. Es curioso que la juventud sólo nos parezca el lugar intenso del desconocimiento. Cuando los adultos vemos nuestro reflejo: ¿por qué es ahora cuando descubrimos que ya sabíamos?
Cuando teníamos 17 años, estos versos de Gil de Biedma invadieron nuestras vidas; como si allí hubieramos encontrado una verdad: "para saber de amor, para aprenderle, haber estado solo es necesario.Y es necesario en cuatrocientas noches -con cuatrocientos cuerpos diferentes- haber hecho el amor. Que sus misterios, como dijo el poeta, son del alma, pero un cuerpo es el libro en que se leen." Y años más tarde uno vuelve a releerla con la misma convicción desamparada: "ahí, hay una verdad".
Disfrutadlo.
4 comentarios:
precioso el video y precioso el recuerdo.
"Qué viejos ya
nos miraremos tarde..."
Igual que tu a la poesia,
yo te lo ofrezco a ti.
Para hacernos un cobijo en ese desamparo, no hay como el calor del cuerpo, de esos huecos que se descubren al misterio.
Que hermoso, anónimo...
Gracias.
la verdad asoma ya por aquí tb, aunque agradable
¿por qué es ahora cuando descubrimos que ya sabíamos?
muy linda version
besos
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