Este vídeo no sólo os lo enlazo porque me lo envío un ángel -que también-, sino porque, además, me hizo pensar con la razón poética: la palabra como un resplandor; súbita. Y así fue su revelación:
La belleza del mundo depende de la cantidad.Pero no en su magnitud, sino en su diversidad.
Este exuberante vídeo me lo ha enviado Alicia. Era para compartir... y para eso está. Disfrutadlo!